domingo, 19 de octubre de 2014

2014/17: Los Mercenarios 3



No creo que nadie se haya llevado a engaño con Los Mercenarios 3. El título lo dice todo. Más de lo mismo, pero esta vez, PG-13. Como con Robocop, estuve toda la película como un loco buscando algo salpicón de sangre, pero nada. Todo muy light, muy sosón, la verdad. Los efectos especiales parecen empeorar con cada nueva peli. Suelen usar la excusa de que imita la serie B y todo eso. Aun así, pocas cosas justifican las aberraciones que hay en esta película, echas en una tarde con After Effects.


Pero bueno, al menos es divertidilla. La historia mete a nuevos personaes por doquier, muchos de ellos jóvenes, aunque algunos se han quejado porque eso es lo contrario que esta saga predicaba en un principio: viejas glorias luchando como buenamente pueden. Para mi funciona, y se me quedó una tarde bastante entretenida, la verdad. O sea, es muy mala, y el clímax llega a empachar. Es como una partida al Battlefield pero con peores gráficos. Pero a veces viene bien ver una peli así para pasar el rato y desconectar y… vamos, lo que se dice siempre de estas películas para justificar lo horribles que son. 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

2015/16: Guardianes de la galaxia



He de reconocer que para mí, lo mejor de Guardianes de la Galaxia fue todo lo que vino antes de su estreno: el misterio que acompañó su producción, su increíble primer tráiler, el hecho de no poder quitarme Hooked on a Feeling de Blue Swede de la cabeza durante meses, el descubrir un mundo y personajes muy interesantes, el apostar por esa película cuando casi nadie daba un duro por ella, y aun no era reconocido por el público mainstream… En definitiva, hype a cucharadas galácticas para la película-evento del año.
Y al final, la película en sí fue lo de menos. Sí, la disfruté un montón, pero una vez vista, me llegó esa sensación de vacío que suelen dejar películas de tales proporciones. No es que me decepcionara, pero tampoco me cambió la vida. Y me da cierta rabia y envidia ver que a mucha gente sí. Pero en el fondo me alegro.

Guardianes de la Galaxia ha sido uno de los trending topics del verano por derecho propio. Puedo imaginar a la gente que se metió a esta película sabiendo y/o esperando lo mínimo y la sorpresa que se debieron llevar al ver que es estupenda. La expresión “es el Star Wars de esta generación” se usa muy a la ligera (sobre todo habiendo un Star Wars en año y poco), pero viendo las reacciones de tanta gente entusiasmada con esta película, quizás no sea ninguna tontería.

¿Exagerado? Quizás mis expectativas eran demasiado altas, pero dentro de su grandeza, me resultó flojilla en algunos aspectos como el villano, un guión con demasiadas licencias, un humor un tanto infantil y personajes no muy bien llevados (sobre todo Gamora). Nada grave, pues ante todo es una película de aventurillas muy ligera y sorprendentemente muy centrada en ser una película, con mínimas, si no cero, conexiones con otras películas del universo Marvel o secuelas. Y eso es algo genial.
Por supuesto, los aciertos son muy superiores. A excepción de Gamora, todos los personajes son muy interesantes y con una genial dinámica de grupo (aunque siempre un pasito por detrás de los Vengadores). La banda sonora se ha convertido en otro fenómeno del verano, y Hooked on a feeling la canción del verano (cuarenta años después). Y Groot, Rocket e, inesperadamente, Drax, son súper monos.


Pero al final, siento que tampoco fue para tanto. Que es un entretenimiento muy agradable, pero no mucho más. Pero miro a mí alrededor y veo un amor por esta película espectacular, y surgido en muy poco tiempo. Que a tanta gente le haya resultado tan buena, cuando a mí me ha dejado pelín indiferente, me da rabia, lo admito. Pero en el fondo, estoy satisfecho, porque la película que antes muy poca gente conocía y defendía, ahora disfruta de un éxito quizás desorbitado, pero muy merecido. Y Groot bailando es, sin duda, el viral del año. Yo quiero uno L

2014/15: Transformers: Age of extinction



Por dónde empezar…
Quizás por el hecho de la mera existencia de esta película. Transformers CUATRO. Ya hay cuatro de estas películas, y a cada cual más estruendosa. Seamos sinceros: si no eres un fan de la destrucción masiva,  del humor burdo y estúpido y de las chicas guapas y florero, no sé por qué te molestas en leer esto. A no ser que seas un hater.

Pero lo cierto es que el cambio de aires le ha sentado bien a la saga. No soy el mayor despotricador de Shia LaBeouf, de hecho me gustaba su papel en la saga, pero Whalberg consigue una presencia mucho más potente. El resto de personajes dan un poco igual: la chica Nicola Peltz está muy buena y eso es lo que cuenta, el novio Jack Reynor no molesta mucho, Kelsey Grammer y Titus Welliver molan bastante como villanos, y siempre querremos a Stanley Tucci, haga lo que haga.
Villanos, sí. Porque si no era suficiente con meter a dos malos robots, también hay villanos humanos, y una complicada conspiración entre humanos y humanos, humanos y robots, humanos y otros robots, humanos y otros robots muy cutres, humanos y chinos, robots y robots y robots y dinosaurios. Todo lo que haga falta para llenar los siete minutos extra que cada nueva secuela de Transformers mete para poder presumir de la coletilla “bigger, better, stronger” en las promos.

Y aunque guión, personajes, acción, todo ha alcanzado una notable madurez respecto a las primeras entrega, esta acumulación es lo que puede matar a la saga. Uno pierde el hilo de todas las vueltas que da el guión, las escenas de acción se hacen cansinas no por falta de espectacularidad, sino por reiterativas. A la explosión número 113 uno ya se empieza a aburrir. Por lo menos con hambre no deja.

De todas formas, voy a acabar defendiendo a Bay. A la peli le han linchado a gusto, y honestamente, no lo entiendo. Coge la fórmula de la saga, de dudosa calidad, sí, pero atractiva para una gran parte del público, y la refina con tramas más coherentes, personajes más interesantes y acción mejor rodada, hasta el punto de saturar al fan más acérrimo. O sea, que al final la experiencia es agotadora, pero en gran parte porque Bay lo ha hecho tan “bien” que no ha sabido donde parar. El que escribe es uno de esos fans que analizan con lupa cada nuevo detalle que sale sobre la saga, así que quizás mi opinión no sea extrapolable a la mayoría de público…

En definitiva: esta nueva entrega me ha molado. Es un soplo de aire fresco en cuanto a personajes y trama que funciona la mayor parte del tiempo, excepto por las incoherencias argumentales ENORMES típicas de estas pelis, pero que las perdonamos porque suelen desembocar en explosiones enormes. O en este caso, DINOBOTS. No tiene ABSOLUTAMENTE NINGÚN SENTIDO su aparición, pero bueno, molan un montón. Salen poquito y solo al final, pero hacen trastadas suficientes como saturar aún más el ya sobrecargado clímax final, y dejar suculentas puertas abiertas para las secuelas. Si es que, en el fondo me encuentro en un aprieto, porque como buen cineástico gafapasta, me veo obligado a criticar el gigantesco despropósito que es este pajote de tres horas de Michael Bay, pero por el otro, celebro cada coche que sale por los aires, igual que lo hacía hace siete años un chavalín flipado con las explosiones que aun no había visto The Dark Knight.


Mención aparte merece la propaganda China en esta película. Sí, como lo oís. Con una presencia mínima del ejército en esta entrega (gracias a Dios, ya no hace falta ganarse al público yankee), Bay va a por el Chino, con planos súper random en medio de la batalla final de tropas Chinas movilizándose y cazas dándose vueltas por el fondo, que no hacen nada, pero eh, qué majos los Chinos ayudando a los buenos. Como en Iron Man 3, vamos. Que ni mejora ni empeora a la película, pero no deja de ser curioso. 

viernes, 29 de agosto de 2014

2014/14: Ocho Apellidos Vascos


¿Qué puedo decir de la película española más taquillera de todos los tiempos? Escribir esto me pone en un aprieto, porque es una película que disfruté, lo admito, pero que tiene muchas limitaciones. Y su éxito desmedido, en mi opinión, la pierde.

Vamos a ver. En primer lugar, es cero original. Parece el remake español de Bienvenidos al Norte, lo cual no es necesariamente malo, claro. El problema es que el rollo “chico se hace pasar por otra persona para provocar una buena impresión” está gastado desde hace mucho tiempo. Que si es para un capítulo de media hora de una sitcom bueno, pero una hora y media de eso se hace muy cuesta arriba. Porque esa es otra. La primera mitad tiene un buen pase, pero hacia la segunda mitad se vuelve de un cansino insufrible, un  tedioso “que sí que no” que además no es divertido, porque es el momento en el que toda comedia con aspiraciones comerciales aparca las bromas para meter drama con calzador, para luego poder tener un final súper emotivo y súper bonito y súper artificial.  Lo cual es aún más extraño, ya que se supone que esto es humor absurdo, más propio de un sketch de alguna serie de televisión española de comedia la cual nombraría pero no puedo porque no las conozco porque salvo excepciones todas me dan un sida tremendo.


Aunque reírse, uno se ríe. Y bueno, eso es lo que importa, ¿no? Aunque la mayoría de las veces sea por lo absurdo y lo imposible de la situación, más que por el propio ingenio de estas. Pero eh, que es solo una comedia, para pasar un rato más o menos entretenido y reírse un poco de los tópicos más tópicos. ¿Qué tiene de malo? Nada en concreto. Igual que pasa con los planos personajes de esta película, son prejuicios hacia una película de muy cortas aspiraciones que ha hecho una cantidad de taquilla descomunal. Comprensible porque sus atractivos protagonistas y sus chistes fáciles son un gran gancho para el público, pero difícilmente merecido para una película de una factura muy pobre, con un guión que parece que se escribe sobre la marcha y con desgana, y que juega sobre un terreno muy delicado sin demasiada maña. Al menos se ríe de sí misma y se deja ver. Pero si esto es lo máximo a lo que aspiramos, menuda decepción.

lunes, 25 de agosto de 2014

2014/13: Las Dos Caras de Enero


Las dos caras de enero es un modesto thriller que ha pasado muy desapercibida por la taquilla y ciertamente, no me sorprende. Tampoco es una película imprescindible, pero sí merecía un poco más de atención. La narración es muy directa y eficaz, y la pareja protagonista, Viggo Mortensen y Oscar Isaac, llevan a cabo un duelo interpretativo muy interesante.  No va a cambiar la vida a nadie, pero son 96 minutos muy entretenidos, y técnicamente, tanto la fotografía como la banda sonora de Alberto Iglesias, es preciosa.

lunes, 21 de julio de 2014

2014/12: El Amanecer del Planeta de los Simios



No sería justo comparar El Origen con El Amanecer porque conceptualmente son dos películas muy distintas. Sin embargo, permitirme hacer una distinción más allá del argumento de cada película. Donde El Origen era una película original, atrevida, relativamente pequeña pero muy emocionante, su secuela gana en espectacularidad (obviamente) y emoción, todo para tirarlo por la borda en su segunda mitad.

La primera hora de la película avecina un conflicto entre humanos y simios que realmente nadie quiere, pero es inevitable, con dos bandos inclasificables en ningún extremo. Le tocaría al espectador decidir a cuál apoyar, si es que puede decidirse. Esto provocaría una tensión constante y situaciones que pondrían a los personajes al límite moral y físicamente. Una escalada de tensión que se diluye a la mitad de la peli, con el establecimiento claro de dos villanos simios y humanos. Un giro que en su mayor parte está bien dirigido y se siente natural, pero que da al traste toda posibilidad de ese conflicto gris que tan interesante que podría haber sido. Al final, todo se reduce a un artificio de dimensiones colosales, pero un artificio al fin y al cabo, de los de apagar el cerebro y ver explosiones. Es algo que molesta especialmente en una película tan globalmente aclamada como esta, y con tanto potencia. Así que al final, nos quedamos con un blockbuster genérico, con malos y buenos distinguibles para un niño de seis años.

Una gran oportunidad perdida que, eso sí, es un espectáculo de órdago. Los simios alcanzan un nuevo tope de magnificencia con un realismo que asusta. Todo parece que Andy Serkis seguirá ninguneado por la Academia, pero no creo que le importe: tiene todo el apoyo de crítica y público y un talento interpretativo que lo colocan como una de las revelaciones del nuevo Hollywood. Un lastre, eso sí, es verlo doblado, evitarlo si podéis.

Los simios son sin duda el punto más fuerte de la película, el día que consigan ser los protagonistas absolutos vamos a estar ante una función colosal. Mientras tanto, comparten plano con unos humanos que, sorprendentemente, están a la altura de las circunstancias. Bueno, todos menos Dreyfus, Dios Santo, qué desastre su personaje. No sé que me duele más, si ver a un personaje con tanto potencial desaprovechado así, o que ese personaje sea el gran Gary Oldman.

En resumen, una decepción considerable este Amanecer, más por lo que no hace que por lo que hace mal, porque mal, lo que se dice mal, no hay demasiado. Nada que no pueda mejorarse en la próxima entrega, que esperaré como agua de mayo, eso sí. Porque, a pesar de todo, casi cincuenta años después El Planeta de los Simios es una de las franquicias más interesantes y con más futuro actualmente.







Por otra parte, vemos a un chimpancé sádico montado en caballo con dos metralletas en cada mano saltando por encima de un tanque en llamas. Sí, olvidad lo que he dicho, compráis el bol de palomitas más grande que haya y disfrutad. Solo no penséis mucho a la salida, ¿vale?

lunes, 7 de julio de 2014

2014/11: X-Men Days of Future Past


He de decir que Days of Future Past no me ha entusiasmado como lo hizo First Class. Su principal problema es que, al ser una película tan enorme, con tantos personajes, subtramas y subtemas, es difícil anclarse a alguno en particular. Yo soy de los que hubiera preferido una secuela directa de FC, centrándose en la enemistad de Charles / Erik, una película que perfectamente podría haber ocurrido viendo todo lo que ha cambiado desde el final de FC y el inicio de DoFP, contado muy por encima en esta que nos ocupa. Casi parece que Fox haya decidido saltarse una película, considerando que FC fue suficiente para establecer los nuevos personajes, queriendo pasar rápido al crossover. Un poco como DC con Batman v Superman, aunque no tan exagerado.

Dejándonos de lo que pudo haber sido y no, vamos a centrarnos en lo positivo y es que, a pesar de todo, DoFP es una buena película. Sufre de una cierta inconsistencia, con un guión que cambia de protagonista tantas veces (Lobezno, Charles, Mística, Magento…) que hace difícil sacar algo concreto al final de la película, aunque eso también es positivo en una película tan coral. Eso, junto a ciertas incongruencias menores y paradojas temporales hacen que uno se cuestione lo que ve en pantalla demasiadas veces, y desgraciadamente, un servidor por lo menos, acabó sintiéndose un mero espectador en el masivo clímax final, que también por inverosímil, resultó más artificioso de lo que me gustaría.

Leyéndome ahora, puede que sea yo el que se pasa de exigente. Si obviamos lo anterior, solo queda lo bueno. Pocas veces nos da Hollywood megaproducciones tan inteligentes y bien rodadas. El tema y tono de la película es oscuro, pero constantes toques de humor aligeran el ritmo sin entorpecer el argumento. La acción es espectacular y en ocasiones masiva, pero nunca cargante. Peter Dinklage podría haber estado más exprimido, aunque eso podría haber empeorado el problema que mencioné anteriormente: demasiados personajes, y todos tan interesantes, no llegan a darlo todo. Se me antoja necesaria una película más “intimista” para acabar de definir los personajes, algo que no parece estar en los planes de Fox. Es sin duda interesante el futuro de la saga, que gracias a DoFP vuelve a ser de primer orden, aunque sea a base de cargarse todo lo anterior. Y eso también duele.


Porque, de una forma similar a lo que hizo el reboot de Star Trek, todo lo acontecido en la trilogía original y los spin-offs de Lobezno no existe. O sea, que el futuro en el que despierta Logan al final de la película está cimentado en experiencias que, al igual que Marty McFly al final de Regreso al Futuro, no recuerda. Toda secuela posterior a ese punto trataría sobre un Logan amnésico, como no, en un mundo aparentemente perfecto pero que desconoce (The Wolverine 2, o 3, o qué se yo, 2017). A la vez, toda secuela anterior a ese punto debe tener en cuenta esto, con lo que quita un poco de emoción al saber que, sea lo que sea lo que pase en X-Men Apocalypse (2016), no será tan grave pues en el futuro todos parecen muy felices. Un lío importante, vamos, que habrá que ver como lo maneja Fox en todas las películas que queden, que apuesto no serán pocas. Desde luego, hype no nos falta, aunque sea por un poco de trampa.

domingo, 1 de junio de 2014

2014/10: Godzilla



Es difícil no salir decepcionado del Godzilla de Gareth Edwards basándose en las desorbitadas expectativas que se generalizaron tras el primer trailer.  Este reboot no marca un antes y un después en el género, pero quienes esperaban eso deberían dejar de preocuparse por aspiraciones absurdas y disfrutar de lo que tienen delante. Godzilla es una película imperfecta, sí, pero es un palomiteo muy solvente que no dejará a ningún fan del kaiju eiga indiferente.

Inesperadamente, la primera cosa que me vino a la cabeza mientras veía este Godzilla fue la versión de La Guerra de los Mundos de Spielberg. Son varios los aspectos que ambas tienen en común. Lo más importante, una dirección con muchísimo ritmo, muy concisa y directa. No se va por las ramas con tramas o personajes secundarios que no llevan a ningún lado: si no es importante para la trama, no le presta atención. Esto es bueno y malo a la vez. Bueno, porque hace que una película de dos horas se pase muy rápido, malo,  porque hace que una película de dos horas se pase demasiado rápido. Hay varios momentos realmente buenos que, o por falta de interés o de presupuesto (o ambas) se tratan muy por encima. Más grave aún, el monstruo del título aparece casi como invitado. Lo peor no es que salga poco, sino que el propio guión le deja muy de lado para favorecer a los MUTOs, la enésima reencarnación del monstruo de Cloverfield.

Eso sí, cuando por fin sale, hace honor a su nombre. Ciertamente, las críticas y reseñas no hacen honor a su enormidad. Y como Smaug en su Desolación, una sola criatura justifica de sobra el precio de la entrada. Cuanto menos se sepa del monstruo en cuestión antes de ver la película mejor. En este sentido, una sabia, aunque también tramposa campaña promocional ha sabido guardar la sorpresa, aunque a costa de hacernos creer que todo gira en torno a Gojira. Cuestión de gustos, aunque probablemente una película en la que Godzilla, este Godzilla, fuera la única estrella, habría contentado más. Lo que sí es destacable es una buena mano de Edwards en todo lo que no son monstruos. Al igual que en la mencionada Guerra de los Mundos, todos los acontecimientos de la película se ven a ras de suelo, a través de los ojos de la típica familia americana protagonista. No es que vaya a ganar un Oscar, y el guión está lleno de incongruencias (no demasiado graves), pero de la talla más que de sobra.


Pero no quiero juzgar el producto final cuando sus virtudes pesan mucho más que sus fallos.  A costa de realizar una película más compacta y atractiva a todo el mundo, Edwards evita mojarse demasiado, lo cual podría haber beneficiado o perjudicado el conjunto. Su Godzilla va sobre seguro, un entretenimiento muy correcto que cumple de sobra su  objetivo. No es la película que esperaba, pero es más que suficiente y me deja muy satisfecho. Y ojalá solo sea el comienzo.

viernes, 23 de mayo de 2014

2014/9: Capitán América: El Soldado de Invierno

Guau. Con El Soldado de Invierno, Marvel Studios continúa con su espectacular racha de éxitos, tanto en taquilla como en crítica, y vuelve a demostrar la madurez que ha alcanzado en género con el paso de los años. Sería muy fácil atribuir este hecho a Nolan, pero si TWS destaca por su realismo no es por ocultar toda la diversión y los colores y el buen rollo (EJEM EJEM MOS EJEM), sino por dibujar los personajes y la historia de forma creíble, donde no todo es blanco y negro. TWS ya no es una película de superhéroes, sino de espías, de agentes y conspiraciones. Prueba de ello es que en la mejor escena de acción de la película nadie esté disfrazado.

Quizás a TWS le falte esa chispa de epicidad que intentan (y no siempre consiguen) el resto de películas superheroicas. Tampoco todo tiene que ser épico. El Capitán América no es un personaje divertido, ni tiene motivos para serlo. El enfoque que se le da en esta película, muy en la línea de las viñetas de Ed Brubaker donde naciera El Soldado de Invierno hace diez años, es la más acertada. La sensación de “pez fuera del agua” de Los Vengadores no dura demasiado, porque enseguida nos veremos envueltos en una conspiración con un curioso fin. A partir de entonces la trama avanza sin demasiadas sorpresas, pero encumbrada indiscutiblemente por unas espectaculares escenas de acción que ponen en evidencia el “efectismo” digital de sus hermanos al reducir el uso del CGI al mínimo y favorecer las coreografías y las acrobacias. Son estos los puntos álgidos de una película que, sin la chispa que puedan tener Iron Man o Los Vengadores, consigue estar a la altura con un guión coherente y una muy cuidada puesta en escena.


Si hay algo que se le puede achacar, es que algunos personajes no están lo suficientemente bien explotados, sobre todo el personaje del subtítulo de la película. Y aunque tendremos Winter Soldier para rato (el contrato del actor comprende ¡nueve! películas), en esta aventura entra casi de invitado, igual que un Halcón un tanto desubicado, como lo estuvo Scarlett Johanssonn en Iron Man 2. Pero, qué importara eso. Sus personajes molan demasiado, y para eso están estas películas. 

jueves, 1 de mayo de 2014

2014/8: The Amazing Spider-Man 2

La nueva entrega del innecesario reboot enmienda en parte los errores de la sosísima The Amazing Spider-Man, pero sigue sin ofrecer nada que le haga sobresalir frente a la racha de éxitos que acumulan sus competidoras Fox y Marvel Studios. Como en la primera ocasión, la frescura y la química de la pareja protagonista soportan casi todo el peso de la película cuando ni la acción ni el villano dan la talla. Y si ya tuvimos un villano nefasto la última vez, que se perdonaba porque en el fondo era un “Spider-Man Begins”, para esta ocasión esperábamos un villano en condiciones. Si “Amazing Spider-Man 2: El Poder de Electro” tiene un villano destacable, desde luego no es el del título. El Electro de Jamie Foxx es irrisorio, casi autoparódico, cuyo posterior desarrollo nunca llega a funcionar al cargar con uno de los orígenes más absurdos (en el mal sentido) que recuerdo. Nunca sé cuando tengo que tomármelo en serio y cuando tenerle respeto, y aunque es vistoso, ni siquiera en las escenas de acción destaca demasiado.

Para mayor sorpresa, y lo que salva a la película del desastre, es el “tapado”, el Harry Osborn de DeHaan. Sin llegar a aparecer como Duende Verde hasta el final, su transformación de sufrido amigo emo-hipster de Peter a villano es interesante, con algunas licencias pero muy bien llevada en general. Solo espero que en futuras entregas den a este personaje el protagonismo que merece, porque en esta película se come la pantalla, sobre todo en comparación con Electro. De hecho, la película mejoraría enormemente si este fuera el único villano, con su correspondiente aumento de tiempo de pantalla. Y acción, claro. Porque el Duende solo aparece en una brevísima escena final la cual lleva al tan anticipado momento cumbre. Que es, sin duda, lo mejor de la película, y podría haber sido mucho mejor con un mayor desarrollo del personaje de Harry, que de más sentido a su acto final.

Si bien la película es disfrutable, flaquea en demasiados puntos como para ignorarlos. De la primera entrega viene con el lastre del misterio de la muerte de sus padres, cosa que prometieron revelar en esa película y no hicieron. Lo dejaron para esta, cuando el interés ya ha desaparecido y solo entorpece el ritmo.

Pero lo peor de la película, con independencia de quien sea el villano, es la acción. Y si antes venía alabando la monstruosa acción de El Soldado de Invierno, en este caso todo lo contrario. Me preocupa que, con honrosas excepciones como la del Capi, a los directores actuales se les haya olvidado rodar acción de verdad, la de especialistas, cartón piedra, maquetas y explosiones controladas. De la escasa acción que hay en la película, toda sufre de un excesivo abuso de CGI, que al igual que pasaba con Man of Steel, me hace preguntarme si estoy delante de una película o una secuencia Quick Time Event de un videojuego. Y no me sirve la escusa de que es un superhéroes demasiado complejo como para darle vida sin usar CGI: ahí tenemos la trilogía de Raimi para atestiguar que no es cuestión del personaje, sino de los técnicos. La mayoría de la “espectacular” acción consiste en zarandear los muñecos digitales de Spider-Man y Electro en largos (y falsos) planos donde absolutamente ningún elemento parece real, y por tanto susceptible de provocar alguna emoción más allá que observar de los efectos especiales. Efectos que muchas ocasiones son mediocres, como esas horribles explosiones CGI que ahora están en todas partes.

Todo este problema con la acción puede parecer exagerado, pero es un síntoma real del Hollywood de los últimos cinco años. Intentan tapar la falta de originalidad y/o habilidad a la hora de rodar escenas con especialistas que recurren a un CGI muchas veces mediocre para escudarse y salir del paso. Una buena prueba de ello también se encuentra en esta película: si en sus enfrentamientos contra Electro mueven la cámara y las personajes en acrobacias imposibles con una fluidez exquisita (aunque muy lejos de resultar emocionante), en la pelea del prólogo, entre dos personajes sin superpoderes, la cámara empieza a agitarse a lo loco sin ninguna justificación argumental, en un pobrísimo intento de dar dinamismo a la pelea que solo provoca dolor de cabeza.

El mayor problema de la película es que se siente como un capítulo de transición hasta la siguiente entrega y los sucesivos spin-offs, donde, una vez establecido el personaje, puedan desarrollar villanos a la altura. Por eso busca cerrar todas la subtramas abiertas en la anterior película, y al igual que pasó en Spider-Man 3, demasiado contenido entorpece el ritmo y desarrollo natural de la trama, que adolece a la cohesión de la película con una introducción, nudo y desenlace demasiado difusos. Nada de esto es demasiado grave: es mucho más disfrutable que la primera entrega, y su clímax, anunciado y spoileado de mil maneras diferentes por la campaña promocional más desastrosa en mucho tiempo, compensa de sobra su irregular precedente. Comentar es entrar en terreno de Spoiler (no sé si lo sigue siendo a estas alturas), pero basta decir que es lo suficientemente genial como para perdonar todos los fallos que presenta esta aun joven franqucia y tener una visión optimista para futuras entregas.


miércoles, 16 de abril de 2014

2014/7: La Lego Película

Suena raro viniendo de una película basada en una marca registrada, pero La Lego Película es la película de animación más fascinante en años. Pero es que Lego hace mucho que dejó de ser una simple marca de juguetes. Para todos los que de niños (y de no tan niños) jugaron con Legos esta película se disfruta de una forma especial, pero no es exclusivo: es una oda a la inocencia y la imaginación que parece perderse al cumplir los doce años, a la vez que un claro homenaje al fenómeno fan de pequeñas producciones stop-motion que se expandió especialmente con la llegada de Internet (entre los que me incluyo)

Todo es fabuloso en La Lego Película. El guión pasa por todos los tópicos imaginables y a la vez se ríe de cada uno de ellos saltando de gag en gag a un ritmo frenético y casi agotador, pero el esfuerzo merece la pena. Visualmente es una delicia inimaginable hace no tantos años, apostando por ese stop-motion que no es stop-motion pero no nos importa. Hubiera sido muy interesante que La Lego Película estuviera hecha con Legos de verdad, pero a cambio tenemos persecuciones que parecen remakes de los miles de fan films que hay en YouTube (aunque con trampa).


Si La Lego Película se planteó primeramente como un comercial largo para vender juguetes, que no lo descarto, estaríamos ante el mejor anuncio de la historia. La historia, los gags y la moraleja los hemos visto mil veces, pero nunca de esta forma. Por debajo del apabullante despliegue de efectos especiales queda patente el inmenso amor y esfuerzo de sus creadores puesto sobre todos los aspectos de esta película. Probablemente, de las mejores comedias que veamos este año. En nuestra mano está recordárselo a todo el mundo dentro de ocho meses.

Por cierto, ahí lo tenéis...

martes, 18 de marzo de 2014

2014/6: Robocop



Inaudito: el remake de Robocop no es malo. Es bastante bueno, de hecho. Lo suficientemente diferente como para justificar su existencia sin caer en la herejía de mancilla un clásico. Porque este Robocop no intenta emular el éxito del original de 1987, sino aprovechar una premisa jugosa para contar su propia versión de la historia. No es el nuevo Robocop sino otro Robocop, con sus virtudes y defectos. Aquellos que quieran un Robocop hoy deberían probar con Dredd.

Es curioso que, de lejos, el aspecto más flojo de un remake sea la acción. Los escasos tiroteos y persecuciones no son ni remotamente buenos, son horribles, aburridos, llenos de CGI poco espectacular y sacudidas de cámara injustificadas. Y es que este Robocop no mata, usa un tasser. Vale, lo reconozco, esto es bastante hereje, pero se lo perdono porque el guión, sorprendentemente, da la talla.

Algunos se quejan de la excesiva humanización de una figura que debería estar disparando a delincuentes en el pene en vez de pensar en su familia, pero ojo, esta es la primera vez que me he creído a Robocop. Si el original era una fábula ultraviolenta, este es el biopic. O quizás estemos ante otro casi de Nolanitis aguda, de insuflar realismo y dramatismo a algo que no lo necesita. Sea cual sea, el caso es que está muy bien llevado. Los conflictos morales entre los personajes de Michael Keaton (^^), que no sé si se podría considerar como villano, y Gary Oldman, que casi parecen los protagonistas de la película, está estupendamente llevados. Tanto, que Robocop llega a parecer un secundario. Igual que TDKR era una película de Batman sin Batman, esta es una película de Robocop sin Robocop, donde los tiroteos han sido sustituidos por reuniones. Lo cual hace aun más increíble que funcione tan bien.

Aún quedan reminiscencias del original, por supuesto, aunque estas no corren tanta suerte. El desaprovechadísimo Samuel L. Jackson intenta paliar la ausencia de sátira social que sí funcionaba en la original, quizás porque tenía un tono mucho menos serio. Y una pena que el tema original de Basil Poledouris apenas salga dos veces y como un remix dubstep de mierda. Ni que decir tiene que esto es un PG-13, así que no intentéis buscar desesperadamente salpicones de sangre en las escenas de acción como hice yo. Muy poco queda del clásico en el remake, y eso es bueno, porque lo que no mostraba el original este lo hace, y al revés. Son, en esencia, dos películas complementarias, pero que si las juntaras formarían un cacao rarísimo, así que es mejor dejarlas las dos juntitas, una siendo una obra maestra y otra siendo una buena película de ciencia-ficción que, con un poco más de valentía, podría haber llegado muy lejos.

Aunque todos sabemos que el mejor remake de Robocop que se haga jamás es este.

domingo, 16 de marzo de 2014

2014/5: Nebraska


Si Nebraska hubiera ganado el Oscar, hubiera supuesto un enorme Zas, en toda la boca a Hollywood y la megalomanía de película como El Lobo de Wall Street, American Hustle o Gravity.  Nebraska es una película sencillísima, y si bien se le puede achacar a Alexander Payne el uso del blanco y negro para alimentar su espíritu indie, se le perdona porque Nebraska es también una película preciosa, un encantador relato sobre la vida, la vejez y la muerte. Poco más tengo que decir de esta película redonda, es una pequeña maravilla que todo el mundo debería ver. Bueno, y que la banda sonora es “robada”, pero no creo que importe, ¿no?


2014/4: Her



Un hombre se enamora de un sistema operativo. Si la premisa ya suena prometedora, el resultado final es maravilloso. Una delicia narrativa y visual, un guión original y atrevido plasmado con suma elegancia. Casi todo el peso cae sobre los hombros de Joaquin Phoenix, que borda un papel dificilísimo al basar casi toda su interpretación en el diálogo con una persona que físicamente no es real, por muy sensual que suene la voz de Scarlett Johansson.

A pesar de las evidentes peculiaridades de una relación amorosa entre un hombre y una inteligencia artificial, plasmadas de forma más o menos acertada, Her es básicamente una típica historia de amor, si bien es en la atención al detalle donde más brilla. Desde el extravagante empleo del protagonista, la visión austera del futuro, la fotografía y la música a lo Lost in Translation o los videojuegos que testea el personaje de Amy Adams, cada línea de diálogo, cada fotograma es una pequeña obra de arte que conforma una de las películas más brillantes del año.

Incluso en los momentos más extraños y prescindibles del conjunto (escenas que, o bien no aportan demasiado a la trama, o bien lo hacen de forma un tanto ambigua) se disfruta de una seguridad y elegancia tanto en el guión como en las formas que desde luego no dejan indiferente. Una de las películas que más huella me ha dejado en mucho tiempo, que con sus virtudes y sus pequeñas imperfecciones la coronan, de lejos, como mi película del año (2013).

viernes, 7 de febrero de 2014

2014/3: La Gran Estafa Americana


Primer bajón del año, y este duele. American Hustle no es un rotundo fracaso, pero se siente muy descompensada: un excelente trabajo de actores al servicio de una historia que no les hace justicia. El trío protagonista Bale/Cooper/Adams es excelente, pero es Lawrence la que roba el show: un segundo Óscar daría el cante, pero lo cierto es que estaría perfectamente justificado.

Pero al final su increíble trabajo se diluye en un guión que no termina de despegar. Tiene la astucia y los giros que se podrían esperar de su título, pero ninguno consigue despertar demasiado interés, más allá de seguir disfrutando del espectáculo interpretativo, que no es poco. Ver esta competición de talentos resulta lo suficientemente satisfactoria como para justificar la entrada, y eso, junto con un guión con puntuales momentos de brillantez, salva la película, pero la sensación de oportunidad perdida queda presente.

Lo peor es que, si no hubiera ganado el Globo de Oro, ni hubiera conseguido tantas nominaciones, ni fuera lo más puto mainstream junto con El Lobo, estaría hablando de una forma diferente, y esto sería una pequeña sorpresa, como lo fue Cruce de Caminos el año pasado. Desgraciadamente, estamos hablando de la que se supone que es una de las mejores películas del año. Si gana el Oscar, será otro año más cabreado con la Academia. Demonios, ¿por qué esta sí y Cruce de Caminos no? 

lunes, 3 de febrero de 2014

2014/2: El Lobo de Wall Street


Segunda película del año, porque técnicamente es de 2014, pero realmente el año cineástico no empieza realmente hasta febrero, así que la deberíamos considerar como una de las últimas películas de 2013. Sea como sea, una de las mejores películas que veré en los próximos doce meses. Poco queda por decir que no se haya dicho ya de esta película, así que seré breve: El Lobo de Wall Street es una apuesta segura, una película que es imposible no disfrutarla durante sus tres horazas.

Por muy disparatada que parezcan las situaciones de la película, la realidad supera a la ficción, y poca ficción hay aquí prácticamente todas las escenas que suceden están corroboradas como auténticas por el propio Jordan Belfort, autor del homónimo libro del que Scorsese extrae escenas exactas. Por tanto, la grandeza de El Lobo de Wall Street radica en su puesta en escena, un montaje brillante y vibrante que no da un minuto de respiro, para mayor lucimiento de un Di Caprio que pide a gritos su primer Óscar, eso sí, acompañado de un plantel de secundarios de lujo.


Es, además, una de las películas más entretenidas del año. Y aunque la palabra “entretenida” se suelta muy a la ligera, aquí adquiere una dimensión especial. Pocos directores son capaces de introducirte tanto en la acción sin que el interés decaiga en ningún momento, y menos en una película tan gigantesca como esta. Poco más que añadir: película redonda, seria candidata a Óscar, de las mejores de Scorsese. 

miércoles, 29 de enero de 2014

2014/1: El Único Superviviente


Primera película y primer estreno de 2014. El Único Superviviente trata la historia real de una misión de los SEALs en Afganistán en 2005 de la que (¿spoiler?) solo queda un superviviente. Y vamos al grano ya: mucho se le ha achacado a la película de estar llena de patriotismo y propaganda militar estadounidense. Sí, es verdad. La película está hecha para glorificar a todos los soldados caídos, su valentía, su heroicidad, su todo. Que eso te haga llorar de emoción o te de arcadas es ya otro asunto, y no me apetece hablar de eso ahora. De lo que sí me apetece hablar es de la factura técnica de la película, que es cojonuda.

Sí, ya sé que los efectos especiales, sonoros y demás son totalmente secundarios a la trama y los personajes, pero en una película que es un tiroteo sus tres cuartas partes del metraje, creo que es importante dedicarles un párrafo. El realismo absoluto queda patente desde el inicio, con imágenes de archivo de entrenamientos militares, que es la máxima del director Peter Berg  (el de Battleship…). Más allá de las chorradillas de meter militares reales entre los extras, las escenas de acción lucen de maravilla, aunque maravilla, en este caso, signifique múltiples impactos de bala y caídas por acantilados. El trabajo de especialistas, maquillaje y sonido es excepcional, y conforman algunas de las mejores escenas de guerra que he visto.


Eso sí, una cosa es que las escenas de acción (casi toda la película) sean excelentes, y otra, que consigan unir acción con emoción, y en esto, desgraciadamente, la película falla. Sí, tiene sus momentos slow mo en las muertes (sólo en las americanas, tranquilos), y mucha escena de vida militar, con el obligatorio personaje con mujer embarazada y esas cosas. Pero nunca se establece verdadera conexión del espectador con los personajes de la pantalla, lo cual, en una película con tantas muertes y cinco minutos de fotos en los créditos, lastra mucho la experiencia global. Paradójicamente, solo las balas consiguen emocionar, lo cual tampoco es necesariamente malo, solo lo alejan de convertirse en un clásico del género. Su crudeza y realismo harán las delicias de todos los apasionados al mundillo militar, con ganas de nuevas dosis de heroísmo tras La Noche más Oscura. O a los masocas.

lunes, 27 de enero de 2014

Cine de 2014


Con esa foto tan bonita del cine de mi barrio, otra víctima más de la crisis, la piratería, las mutisalas, la subida del IVA y la alineación de los planetas, comienzo esta nueva etapa para mi humilde blog. Estos últimos días mi timeline cineástica se ha llenado de tops y rankings de cine de 2013 de todos los colores: las mejores, las peores, las sobrevaloradas, las infravaloradas, las tapadas y hasta las españolas, sí sí, en serio. El caso es que los veía y me deprimía: este año he visto menos de lo usual, y de lo que he visto, casi todo ha sido morralla. Si hacemos balance, mi top cinco de películas que he visto en el cine este año lo compondrían La Chaqueta Metálica, Taxi Driver, Pulp Fiction, Parque Jurásico y ya si eso, Gravity. Cuando recuerde 2013, no recordaré esa película que me haya emocionado antes, durante y después del visionado. Si acaso, recordaré la pequeña pantalla, la del ordenador, caro, siendo Breaking Bad la serie del año, del siglo y del milenio (tranquilos si os la perdisteis, este año hacen el remake colombiano Metástasis que tiene una pinta brutal).

Por eso, quiero comenzar con este proyecto de comentar cada película que vea este 2014 en el cine, sin excepción. Que es lo que debería estar haciendo ya, que yo era el crítico cineástico, pero soy demasiado vago y también tengo exámenes y cosas. Así, al menos me obligo a escribir siempre que vuelva del cine, aunque sea solo unas líneas, que también veré morralla de la buena y en abundancia. De esta forma, aunque 2014 sea igual de meh que 2013, al menos las tendré todas archivadas y ordenadicas. Eso si aguanto con esto más de tres meses, que no lo garantizo tampoco, pero yo lo intento. Y ya voy mal, que en lo que llevamos de año solo he ido una vez al cine y el día de Año Nuevo, al menos la película era buena y no empiezo esto con mal pie.