The Place Beyond the Pines,
o Cruce de Caminos en España (donde ni siquiera se ha estrenado), es una
de las películas más sorprendentes que he visto en mucho tiempo. Una
maravillosa puesta en escena acompaña a una historia llena de emoción, que
corre a cargo de un impresionante reparto. Ryan Gosling no para de demostrar
que es uno de los mejores actores de su generación, en este caso con un papel
que recuerda mucho a Drive y que protagoniza los que de lejos son los mejores
momentos de la película. Bradley Cooper sorprende en el que quizás sea su mejor
papel hasta la fecha, y todo el reparto de secundarios (Eva Mendes, Ray Liotta,
Ben Mendelsohn, el joven Dane DeHaan) es espléndido.
Pero lo que podría haber sido un nuevo Drive a mayor gloria
de Gosling, toma de repente un giro totalmente inesperado. The Place Beyond the
Pines se compone de tres partes perfectamente diferenciadas que, desgraciadamente,
van de más a menos, o de más a menos más.
La primera parte es brillante, es de lo mejor que he visto últimamente
en cualquier película, una auténtica delicia. La segunda parte se vuelve algo
más tópica, aunque Bradley Cooper brilla en momentos excepcionales. La tercera
parte es la más floja de las tres, aunque es también excelente, y corre a cargo
de dos jóvenes revelaciones, especialmente Dane DeHaan (Chronicle).
En realidad, las tres partes son geniales, llenas de grandes
interpretaciones y momentos de pura emoción. El problema es que, al mismo
tiempo que engrandece la historia, la entorpece. Hay algunos fallos de
continuidad, y la segunda parte se siente un poco fuera de lugar: es una
interesante trama de corrupción policial pero que no añade realmente nada a la
trama principal, y que podría haberse recortado para aligerar metraje (140
minutos).
The Place Beyond the Pines sufre un extraño problema: el
punto de inflexión que hace crecer la historia y la hace muy original, le
provoca al mismo tiempo el efecto inverso: que echemos de menos la emoción y
sencillez de la primera parte. Aún así, se trata de un defecto mínimo, que
algunos considerarán una ventaja. Porque esta película es una auténtica
maravilla en todos los sentidos: una maravilla visual, con una fotografía
preciosa, personajes con los que conectar, con los que sentir emociones,
transmitidas por excelente interpretaciones. Una de las mejores y más
originales películas del año… aunque no sé de cual.