He de reconocer que para mí, lo mejor de Guardianes de la
Galaxia fue todo lo que vino antes de su estreno: el misterio que acompañó su
producción, su increíble primer tráiler, el hecho de no poder quitarme Hooked
on a Feeling de Blue Swede de la cabeza durante meses, el descubrir un mundo y
personajes muy interesantes, el apostar por esa película cuando casi nadie daba
un duro por ella, y aun no era reconocido por el público mainstream… En
definitiva, hype a cucharadas galácticas para la película-evento del año.
Y al final, la película en sí fue lo de menos. Sí, la
disfruté un montón, pero una vez vista, me llegó esa sensación de vacío que
suelen dejar películas de tales proporciones. No es que me decepcionara, pero
tampoco me cambió la vida. Y me da cierta rabia y envidia ver que a mucha gente
sí. Pero en el fondo me alegro.
Guardianes de la Galaxia ha sido uno de los trending topics
del verano por derecho propio. Puedo imaginar a la gente que se metió a esta
película sabiendo y/o esperando lo mínimo y la sorpresa que se debieron llevar
al ver que es estupenda. La expresión “es el Star Wars de esta generación” se
usa muy a la ligera (sobre todo habiendo un Star Wars en año y poco), pero
viendo las reacciones de tanta gente entusiasmada con esta película, quizás no
sea ninguna tontería.
¿Exagerado? Quizás mis expectativas eran demasiado altas,
pero dentro de su grandeza, me resultó flojilla en algunos aspectos como el
villano, un guión con demasiadas licencias, un humor un tanto infantil y
personajes no muy bien llevados (sobre todo Gamora). Nada grave, pues ante todo
es una película de aventurillas muy ligera y sorprendentemente muy centrada en
ser una película, con mínimas, si no cero, conexiones con otras películas del
universo Marvel o secuelas. Y eso es algo genial.
Por supuesto, los aciertos son muy superiores. A excepción
de Gamora, todos los personajes son muy interesantes y con una genial dinámica
de grupo (aunque siempre un pasito por detrás de los Vengadores). La banda
sonora se ha convertido en otro fenómeno del verano, y Hooked on a feeling la
canción del verano (cuarenta años después). Y Groot, Rocket e, inesperadamente, Drax,
son súper monos.
Pero al final, siento que tampoco fue para tanto. Que es un entretenimiento
muy agradable, pero no mucho más. Pero miro a mí alrededor y veo un amor por
esta película espectacular, y surgido en muy poco tiempo. Que a tanta gente le
haya resultado tan buena, cuando a mí me ha dejado pelín indiferente, me da
rabia, lo admito. Pero en el fondo, estoy satisfecho, porque la película que
antes muy poca gente conocía y defendía, ahora disfruta de un éxito quizás
desorbitado, pero muy merecido. Y Groot bailando es, sin duda, el viral del
año. Yo quiero uno L