miércoles, 3 de septiembre de 2014

2015/16: Guardianes de la galaxia



He de reconocer que para mí, lo mejor de Guardianes de la Galaxia fue todo lo que vino antes de su estreno: el misterio que acompañó su producción, su increíble primer tráiler, el hecho de no poder quitarme Hooked on a Feeling de Blue Swede de la cabeza durante meses, el descubrir un mundo y personajes muy interesantes, el apostar por esa película cuando casi nadie daba un duro por ella, y aun no era reconocido por el público mainstream… En definitiva, hype a cucharadas galácticas para la película-evento del año.
Y al final, la película en sí fue lo de menos. Sí, la disfruté un montón, pero una vez vista, me llegó esa sensación de vacío que suelen dejar películas de tales proporciones. No es que me decepcionara, pero tampoco me cambió la vida. Y me da cierta rabia y envidia ver que a mucha gente sí. Pero en el fondo me alegro.

Guardianes de la Galaxia ha sido uno de los trending topics del verano por derecho propio. Puedo imaginar a la gente que se metió a esta película sabiendo y/o esperando lo mínimo y la sorpresa que se debieron llevar al ver que es estupenda. La expresión “es el Star Wars de esta generación” se usa muy a la ligera (sobre todo habiendo un Star Wars en año y poco), pero viendo las reacciones de tanta gente entusiasmada con esta película, quizás no sea ninguna tontería.

¿Exagerado? Quizás mis expectativas eran demasiado altas, pero dentro de su grandeza, me resultó flojilla en algunos aspectos como el villano, un guión con demasiadas licencias, un humor un tanto infantil y personajes no muy bien llevados (sobre todo Gamora). Nada grave, pues ante todo es una película de aventurillas muy ligera y sorprendentemente muy centrada en ser una película, con mínimas, si no cero, conexiones con otras películas del universo Marvel o secuelas. Y eso es algo genial.
Por supuesto, los aciertos son muy superiores. A excepción de Gamora, todos los personajes son muy interesantes y con una genial dinámica de grupo (aunque siempre un pasito por detrás de los Vengadores). La banda sonora se ha convertido en otro fenómeno del verano, y Hooked on a feeling la canción del verano (cuarenta años después). Y Groot, Rocket e, inesperadamente, Drax, son súper monos.


Pero al final, siento que tampoco fue para tanto. Que es un entretenimiento muy agradable, pero no mucho más. Pero miro a mí alrededor y veo un amor por esta película espectacular, y surgido en muy poco tiempo. Que a tanta gente le haya resultado tan buena, cuando a mí me ha dejado pelín indiferente, me da rabia, lo admito. Pero en el fondo, estoy satisfecho, porque la película que antes muy poca gente conocía y defendía, ahora disfruta de un éxito quizás desorbitado, pero muy merecido. Y Groot bailando es, sin duda, el viral del año. Yo quiero uno L

2014/15: Transformers: Age of extinction



Por dónde empezar…
Quizás por el hecho de la mera existencia de esta película. Transformers CUATRO. Ya hay cuatro de estas películas, y a cada cual más estruendosa. Seamos sinceros: si no eres un fan de la destrucción masiva,  del humor burdo y estúpido y de las chicas guapas y florero, no sé por qué te molestas en leer esto. A no ser que seas un hater.

Pero lo cierto es que el cambio de aires le ha sentado bien a la saga. No soy el mayor despotricador de Shia LaBeouf, de hecho me gustaba su papel en la saga, pero Whalberg consigue una presencia mucho más potente. El resto de personajes dan un poco igual: la chica Nicola Peltz está muy buena y eso es lo que cuenta, el novio Jack Reynor no molesta mucho, Kelsey Grammer y Titus Welliver molan bastante como villanos, y siempre querremos a Stanley Tucci, haga lo que haga.
Villanos, sí. Porque si no era suficiente con meter a dos malos robots, también hay villanos humanos, y una complicada conspiración entre humanos y humanos, humanos y robots, humanos y otros robots, humanos y otros robots muy cutres, humanos y chinos, robots y robots y robots y dinosaurios. Todo lo que haga falta para llenar los siete minutos extra que cada nueva secuela de Transformers mete para poder presumir de la coletilla “bigger, better, stronger” en las promos.

Y aunque guión, personajes, acción, todo ha alcanzado una notable madurez respecto a las primeras entrega, esta acumulación es lo que puede matar a la saga. Uno pierde el hilo de todas las vueltas que da el guión, las escenas de acción se hacen cansinas no por falta de espectacularidad, sino por reiterativas. A la explosión número 113 uno ya se empieza a aburrir. Por lo menos con hambre no deja.

De todas formas, voy a acabar defendiendo a Bay. A la peli le han linchado a gusto, y honestamente, no lo entiendo. Coge la fórmula de la saga, de dudosa calidad, sí, pero atractiva para una gran parte del público, y la refina con tramas más coherentes, personajes más interesantes y acción mejor rodada, hasta el punto de saturar al fan más acérrimo. O sea, que al final la experiencia es agotadora, pero en gran parte porque Bay lo ha hecho tan “bien” que no ha sabido donde parar. El que escribe es uno de esos fans que analizan con lupa cada nuevo detalle que sale sobre la saga, así que quizás mi opinión no sea extrapolable a la mayoría de público…

En definitiva: esta nueva entrega me ha molado. Es un soplo de aire fresco en cuanto a personajes y trama que funciona la mayor parte del tiempo, excepto por las incoherencias argumentales ENORMES típicas de estas pelis, pero que las perdonamos porque suelen desembocar en explosiones enormes. O en este caso, DINOBOTS. No tiene ABSOLUTAMENTE NINGÚN SENTIDO su aparición, pero bueno, molan un montón. Salen poquito y solo al final, pero hacen trastadas suficientes como saturar aún más el ya sobrecargado clímax final, y dejar suculentas puertas abiertas para las secuelas. Si es que, en el fondo me encuentro en un aprieto, porque como buen cineástico gafapasta, me veo obligado a criticar el gigantesco despropósito que es este pajote de tres horas de Michael Bay, pero por el otro, celebro cada coche que sale por los aires, igual que lo hacía hace siete años un chavalín flipado con las explosiones que aun no había visto The Dark Knight.


Mención aparte merece la propaganda China en esta película. Sí, como lo oís. Con una presencia mínima del ejército en esta entrega (gracias a Dios, ya no hace falta ganarse al público yankee), Bay va a por el Chino, con planos súper random en medio de la batalla final de tropas Chinas movilizándose y cazas dándose vueltas por el fondo, que no hacen nada, pero eh, qué majos los Chinos ayudando a los buenos. Como en Iron Man 3, vamos. Que ni mejora ni empeora a la película, pero no deja de ser curioso.